jueves, 22 de abril de 2010

Pero imagínate un mundo en libertad, un mundo de permisos
inconmensurables, un mundo donde nada tenga que ser
prohibido, inconveniente ni obligatorio...
En un mundo así, nadie se condenaría, ni se juzgaría, ni
esperaría juicios críticos de los demás. Y entonces, quizás suceda
que con la libertad de mentir o no mentir, con el permiso de decir
la verdad u ocultarla, quizás suceda que todos a la vez dejemos
de mentir y el universo se transforme por fin en un espacio
confiable y relajado
...

Jorge Bucay.

No hay comentarios: