martes, 8 de diciembre de 2009

Ser amada, es ser esencialmente hermosa. Es como que el lunar en el hombro sea visto por él como una piedrecilla de ónix engarzada en la piel. Es que la cicatriz en el vientre sea un bordado de hilo de seda rosa que señala el camino de sus besos. Que puedas despojarte de todos los temores que da la imperfección porque cada centímetro de tu cuerpo es parte de su amor, porque cada una de tus células le pertenece, porque eres suya como son suyas sus propias manos, su propia piel, su propio cuerpo. Y lo que nos pertenece lo cuidamos, lo protegemos, lo salvamos airosamente de las comparaciones. Hablando de la mujer que ama, un amigo me confió : " No es que mi pensamiento la disfrace ni la transforme. Ella es así y así la veo. Son sus ondas de luz las que me llegan, es su olor y su voz y su manera de su boca, su agitacion cuando camina rapido, sus enojos repentinos, sus celos, sus ganas de que la abrace, su miedo a envejecer. Me da ternura ver como se cubre el vientre porque cree que puede parecerle ridiculo. Obviamente hay mujeres hermosas, jóvenes, perfectas, fácilmente abordables... pero solo las veo, no las miro. Es como ver pasar una nube de mariposas o un ramo de flores. Alegran un momento los ojos, pero no se enamora de la nube o el ramo " Le pregunté a mi amigo si él cree que todos los hombres sienten así. Y él me respondio con otra pregunta : " ¿ Cómo sienten las mujeres ? " Oh, nos gusta mirar a Alain Delon, pero el corazon se apura en nuestro pecho cuando vemos que viene caminando hacia nosotras el hombre que queremos. Es por él que me angustio cuando tarda en llegar, que me da miedo si discute con alguien. La marea de su mirada me da tormenta y paz, y lo que voy recogiendo a lo largo del día es el botín para su cesta: el sol dormido en la orilla de una rama en la plaza, el vestido orgulloso en la vidriera, el murmullo de rezos en la blanca capilla, un olor a junquillos color oro, pensamientos que se zambullen como peces en mi cerebro. Cuando nos encontramos, a veces no le doy lo que junté para él... pero igualmente está y le pertenece, podrá tomarlo cuando lo desee. ¡ Es que me da verguenza mostrar que siento tanto...! Mi amigo se sonríe y me comenta que a él le pasa lo mismo. Y llegamos a la conclusión de que son los temores los que complican todo y lo entorpecen. Fuimos educados en el temor al rídiculo, al que dirán, en el ocultamiento sistemático de nuestra sensibilidad para no parecer débiles o cursis, nos avergonzamos de tener un grano en la nariz o de que vean nuestras lagrimas emocionadas, pero nadie parece tener verguenza de las fotos trágicas y los titulares terroríficos de las primeras planas de los diaros. Con mi amigos estamos totalmente de acuerdo en algo:
Ser amado es ser esencialmente hermoso para alguien.

Poldy bird.

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